
RAÍCES
Filippo Giusti nació en Livorno, una ciudad en la costa de la Toscana, Italia. Comenzó su carrera como actor, graduándose de una de las mejores escuelas de actuación en Italia, la Academia del Teatro Stabile di Genova. Es aquí donde Filippo descubre su pasión por los textos clásicos, desde la tragedia griega hasta Shakespeare, pasando por autores más contemporáneos como Pinter y Chéjov. "Génova es una ciudad maravillosa con una melancolía intrínseca en cada callejón de su centro histórico donde resuenan las letras de las canciones de Fabrizio de Andre"; esta ciudad fue el escenario de los años bohemios que, según Filippo, lo cambiaron para siempre.
La otra pasión que Filippo cultiva simultáneamente con la actuación es la fotografía; Comenzó a estudiar esta expresión artística a la edad de 18 años cuando vivía en Livorno y continuó estudiándola a lo largo de los años. Fue la combinación de estas dos artes lo que lo convirtió en un “pintor de 360 grados”, pues gracias a sus estudios previos de actuación refinó valores como la empatía, el humanismo, feminismo y una enorme sensibilidad; y con la fotografía, los principios de perspectiva, composición de la imagen y teoría de la luz y el color.
Después de haber trabajado en los mejores teatros de Italia, Filippo decide mudarse a Roma para enfocarse en cine y televisión; es aquí donde tuvo la oportunidad de trabajar con Wim Wenders, Muccino, Andy García, entre otros. Sin embargo, siempre se sintió muy limitado en cuanto a su creatividad, y esto lo llevó a alejarse finalmente de esta expresión artística.

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LA BÚSQUEDA
A pesar de ser un artista autodidacta, la convivencia con los artistas de la Fábrica, su amistad con el pintor Santiago Carbonell, y con el coleccionista Thomas Saliba (quien colaboró con CY Twombly en sus últimos 10 años de carrera), le han sido de gran ayuda. por su crecimiento como pintor.
Filippo atribuye sus conocimientos y considera como sus "verdaderos maestros" a los pintores del pasado debido a las innumerables horas que pasó en los museos de Florencia y Roma durante sus años en Italia.
Sin embargo, la búsqueda continua está llevando al pintor a una nueva trayectoria artística mucho más personal que él mismo denomina “Esencialismo”, donde la técnica clásica reduce su protagonismo para dejar más espacio al mundo del arte abstracto y el minimalismo.

RENACER
En 2017, mientras trabajaba en un shooting con la fotógrafa Gail Albert Halaban en Piazza Navona, conoció a Paulina, una chica mexicana de San Miguel de Allende. En consecuencia, ella fue la razón por la que decidió mudarse a México.
Hace tres años que vive en el "pueblo mágico", San Miguel de Allende, y allí encontró el lugar ideal para desarrollar su verdadero arte, la pintura. Allí conoció a Mario Oliva, un pintor tapatío que tiene su estudio dentro de uno de los centros de arte y cultura más importantes de México, Fábrica la Aurora, y con él aprendió las bases de la pintura al óleo.
El ex actor italiano, ahora pintor, se dio a conocer en muy poco tiempo gracias a su primera obra Swimming back to life. Meses después, gracias a su buena reputación como artista, logró abrir su propio estudio dentro de este recinto en 2019, en el marco del evento anual más importante de Fábrica la Aurora, el Día de Muertos; a la que asistieron más de 4.000 visitantes. En este evento, el trabajo de Filippo se destacó y obtuvo críticas positivas de muchas personas y de la televisión local.
